¿Cuál es mi Propósito según la Biblia? - Reflexión y Oración

¿Cuál es mi Propósito según la Biblia? ¿Para qué nací? ¿Qué haré con mi vida? ¿Qué haré este año? ¿Cuál es el camino correcto?

Son algunas de las preguntas que tienes en tu mente; y en esta página te daremos nuestra perspectiva.

Para comenzar, definamos lo que significa propósito.

El diccionario dice que es el ánimo o intención de hacer o de no hacer algo, es el objetivo que se pretende conseguir, es el asunto o materia de que se trata.

Aplicando estos significados a tu vida, responde a estas preguntas en tu interior:

- ¿Cuál es el ánimo que tengo, qué es lo que me gusta hacer?

- ¿Cuál es el objetivo que lograré si me dedico a eso?

Para ayudarte a responder estas profundas preguntas, analicemos la vida de David, el salmista y Rey de Israel.

Cuando David fue niño o adolescente cuidaba de las ovejas de su padre - 1 Samuel 16:11

Estando en esa labor, tuvo que enfrentar a osos y leones para salvar a esas ovejas cuando eran atacadas - 1 Samuel 17:37

Estas habilidades fueron desarrolladas y potenciadas por Dios en secreto, para que un día David se convierta en Rey de toda una nación.

En 2 Samuel 7:8-9, Dios le dice a David a través de un profeta:

"Yo te tomé del prado, de detrás del rebaño, para que fueras el soberano de mi pueblo Israel. He estado contigo por dondequiera que has andado. He eliminado a todos tus enemigos de tu presencia, y haré que tu nombre sea grande ...".

Tal vez el niño David jamás se imaginó convertirse en Rey cuando su padre terrenal le ordenó cuidar de las ovejas, pero cuando Dios se lo dijo en el pasaje que acabamos de leer, todo tuvo sentido para el nuevo líder de Israel.

Entonces, ¿qué ánimo puso Dios en ti, qué es lo que te gusta hacer, o en qué eres hábil?

Responde la pregunta para ti misma/o aunque no te guste la respuesta.

Hay labores muy pequeñas que tú haces o estás obligada/o a hacer, pero aunque no sean de tu agrado, tú misma/o puedes reconocer que eres hábil, tal vez no el/la mejor, pero eres hábil y capaz de hacerlo.

Ten por seguro que esa habilidad es la que Dios usará para un gran propósito en tu vida.

Sé dócil a las órdenes del Espíritu Santo (Salmo 32:9) y Él hará que una cosa se conecte con otra, y así tus habilidades actuales te ayudarán a lograr el propósito para el cual fuiste creada/o.

¿Pero cuál es ese propósito?

Ese propósito está hoy escondido para ti por uno, o todos estos motivos:

a- Aun NO has clamado lo suficiente para que Dios te revele sus misterios - Jeremías 33:3

b- Aun NO has madurado lo suficiente para conocer el futuro. Si lo supieras, podrías acobardarte y huir o rechazar el plan de Dios - Isaías 55:9

c- Aun NO es el tiempo. El Señor sabe que el diablo podría intentar robar ese propósito de tu corazón e instalar la duda e incredulidad en ti - Mateo 13:18-23

De estos tres motivos, el b y c están muy conectados entre sí, y no hay nada que puedas hacer excepto ESPERAR. La sabiduría de Dios entiende que aun NO te conviene conocer ese propósito; ten paciencia.

Pero el motivo "a" depende de ti.

Lee el pasaje bíblico que le acompaña y notarás que es Dios mismo quien te dice:

"Clama a mí y yo te responderé...".

Es el Señor quien te motiva y te desafía a clamar para que Él pueda así revelarte los propósitos ocultos y escondidos que tú no conoces.

¿Qué es clamar a Dios?

Clamar es orar con fuerza impetuosa.

Cuando oras con voz baja NO estás clamando; para clamar es necesario que eleves tu voz.

Aunque esto es aparentemente fácil de hacer si estás jugando, en realidad es todo un desafío hacerlo en medio de la oración espiritual.

Por lo general, lograrás clamar después de haber estado un tiempo (tal vez varios minutos) en oración, e ir paulatinamente subiendo el tono en la medida en que tu alma se anima a sacar una fuerza impetuosa.

Clama tantas veces sea necesario hasta que comprendas que Dios te habló.

Dios te hablará a través de la Biblia, de un sueño, una visión, o de un Profeta, Predicador o Pastor/a, y/o mientras ayunas.

El Ayuno

Hoy en día incluso los ateos practican el ayuno, ellos lo hacen para regular su organismo físico, pero nosotros que somos creyentes en Dios, ayunamos para recibir revelación de parte de Dios.

La Biblia (Daniel 10) cuenta que el profeta no comió por muchos días para que Dios le revele un misterio, y al cabo de veintiún días recibió su respuesta; lee aquí sobre los 21 días del ayuno de Daniel.

Si el propósito de Dios para tu vida es un misterio para ti, ayuna como lo hizo el profeta, ayuna HASTA QUE recibas la respuesta y tu alma encuentre paz en este importante asunto de la vida.

El Amor y el Propósito de Dios

El amor es la clave vital de la perfecta voluntad de Dios.

Obviamente NO hablamos del amor romántico, sino del amor de Dios.

Jesucristo enseñó en Mateo 22:36-40 que el amor es la esencia de los dos mandamientos más importantes de las Sagradas Escrituras.

El primer mandamiento es AMAR a Dios, y el segundo es AMAR al prójimo.

Entonces, combinando tu necesidad de conocer el propósito de Dios en tu vida, y el mandamiento de amar, podemos llegar a la conclusión de que cualquier cosa que hagas en la vida, tiene que contener AMOR.

- Si Dios te pide que seas un pastor/a, hazlo por amor.

- Si te pide que seas un artista, actor, bailarín, músico, pintor, etc; hazlo por amor.

- Si te pide que seas un abogado, arquitecto, doctor, economista, ingeniero, etc; hazlo por amor.

La lista de ocupaciones laborales es larguísima; pero sin importar la actividad (honesta) a la que te dediques, tienes que hacerlo por amor.

Como todos lo sabemos, ninguna actividad delictiva y deshonesta es agradable ante Dios.

Si haces algo por codiciar dinero, aunque sea honesto, este propósito NO es el correcto para tu vida; tampoco la fama ni la satisfacción personal lo son.

Todo el mundo busca satisfacción personal, pero esto es como perseguir a tu propia sombra, es inútil; mira la vida de la mayoría de las celebridades y nota que aunque ya tienen todo lo que materialmente se puede desear, ellos siempre buscan una nueva satisfacción, y eventualmente terminan en adicciones.

Como hija/o de Dios, tú tienes que estar en un nivel superior de propósito, y ese nivel superior es el amor de Dios.

Digamos que tienes dos opciones de ocupación:

a. Con esta opción ganarás mucho dinero y estatus social.

b. Con esta ganarás lo suficiente para pagar tus gastos, pero te dedicarás a ayudar a la gente de alguna forma, y con ello le honrarás a Dios.

¿Cuál de las dos opciones aceptarías, la "a" o la "b"?. Responde para ti misma/o.

Si con resignación y descontento dices "b", tienes que saber que NO todas las opciones de servicio a la gente tiene mala paga; así es, hay muchas actividades donde puedes ayudar a la gente, honrar a Dios y tener muchos recursos financieros.

Por ejemplo, hay personas que escriben libros para ayudarle a la gente a superar las crisis en la vida; un buen libro de esta clase podría venderse en grandes cantidades y producir muchos ingresos a su autor.

Hay personas que iniciaron ayudas sociales para alimentar a los pobres en su ciudad, poner techo a los vagabundos, medicina a indefensos enfermos; y haciendo esto han recibido grandes donaciones de empresas, millonarios filántropos, e incluso el Gobierno local para colaborar con esta misión humanitaria.

¿Y qué tal el caso de las celebridades que usan sus fortunas para ayudar a la gente? Mencionemos también a los empresarios/as que apoyan con millones a los organizaciones sin fines de lucro.

Si tienes la actitud correcta delante de Dios, puedes hacer prácticamente cualquier tipo de actividad, ser próspera/o, y aún así dedicarte enteramente al amor de Dios para con todos.

Todo depende de la motivación de tu corazón.

Si tu corazón es recto ante Dios, si tú solo quieres vivir para amarle a Él y a tu prójimo como a ti mismo, prepárate, eleva tus expectativas, porque Dios pronto te revelará cuál es SU propósito para tu vida.

La Oración

Ahora te invitamos a hacer una plegaria para pedirle a Dios que te ayude a encontrar SU propósito en tu vida.

Ora así...

Padre Celestial,

Vengo ante ti con un corazón humilde porque necesito tu revelación.

No sé para qué nací. No sé qué haré con mi vida.


No sé cuál es el siguiente paso correcto que debo dar.

No sé cuál es tu propósito con mis talentos y capacidades.

Por favor, guíame con tu palabra y tu Espíritu en la dirección correcta.


La Biblia es como una lámpara a mis pies, como una lumbrera en la oscuridad del camino.

Háblame claramente para que yo pueda comprender a qué me tengo que dedicar en la vida.

No quiero perder mi tiempo en vanidades, ni mis fuerzas en emprendimientos que no prosperarán.


Quiero comenzar algo bueno que nunca acabará, que se proyecta a la eternidad.

Solo tus planes son más altos que los cielos y más grandes que el mar.

Yo te buscaré todos los días, te preguntaré y tú me enseñarás.


Dame sabiduría para guiar a la gente a la salvación.

Sé que es tu voluntad que yo sea santo y que no practique la inmoralidad sexual.

Ayúdame a hacer justicia, amar misericordia y caminar humilde ante tus ojos.


Ayúdame a negarme a mí mismo, a tomar mi cruz cada día y seguirte.

Ayúdame a comportarme como un hijo/a de Dios, no siendo imprudente.

Ayúdame a redimir bien mi tiempo porque los días son malos.


Ayúdame a no ser insensato sino a comprender cuál es tu voluntad.

Ayúdame a no perder mis fuerzas en adicciones ni desenfrenos.

Yo quiero ser lleno de tu Espíritu Santo.


Que venga tu reino a mi vida, que sea hecha tu voluntad en mi presente y futuro.

Por fe te doy gracias en todo, porque tú eres poderoso para revelar, prometer y cumplir tus promesas.

En el nombre de Jesús,


Amén

Basada en estos versículos de la Biblia: Salmos 119:105, Miqueas 6:8, Mateo 6:10, Mateo 22:36-40, Lucas 9:23, 1 Timoteo 2:3-4, 1 Tesalonicenses 4:3, 1 Tesalonicenses 5:18, Hebreos 13:20-21, Efesios 5:15-20 y 1 Pedro 2:15.

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¡Qué bueno que haz leído "Cuál es mi Propósito según la Biblia!

Pero si esta es la primera vez que estás orando a Dios, entonces te invitamos a hacer una oración MUY IMPORTANTE que no solo bendecirá tu presente, sino también tu futuro, incluso tu eternidad; haz hoy...

La Oración #1

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Gracia.