¡Dios, en ti confío, ayúdame!
Te necesito hoy más que nunca y a ti elevo mi voz.
Por favor ven y rescátame en medio de este sufrimiento.
Ven y corta con esta enfermedad, destrúyela y dame tu sanidad.
Extiende tu mano, toca mi cuerpo y restáurame a una salud perfecta.
Limpia mi sangre, sana mis órganos, dame vitalidad y energía.
Sácame de la cama de reposo y dame fuerzas para vivir.
Tú eres el Dios que sana y yo confío en ti.
En el nombre de Jesús,
Amén.
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TESTIMONIO
TESTIMONIO
Alba clamaba diciendo: ¡Dios en ti confío, ayúdame!
Su hermana Mary, la mayor, la apoyaba a diario porque una operación era inminente.
Alba, quien es madre de un hijo con capacidades diferentes, tenía pendiente el trasplante de hígado e intestino delgado.
A pesar de que ambas hermanas esperaron pacientemente que los doctores la llamaran para la cirugía, la llamada nunca llegó.
Esta continua demora empeoró a cada día la salud de Alba.
En ese tiempo, ambas decidieron clamar a Dios para que la intervención médica se acelere.
Pasados unos pocos días, Dios respondió a la oración; el teléfono por fin sonó con la tan esperada llamada y la paciente fue operada!
Como si esto fuera poco, a un par de días de la cirugía, los especialistas le dijeron que estaba evolucionando mas rápido de lo que esperaban y que no entendían cómo alcanzó tan veloz recuperación.
Por supuesto, Alba y Mary le dan la gloria a Dios por todo el éxito que vivieron en esos días.
Ahora bien, sabemos que en toda guerra a pesar de nuestra victorias, el enemigo también contra-ataca; esta vez el campo de batalla era la atención recuperatoria de Alba.
Aunque inicialmente el seguro médico le permitía a Alba tener la compañía de un familiar en el hospedaje de recuperación, justo en el inicio de esta etapa, el seguro les informa que ya no tendrían ese beneficio.
El perjuicio era grande para Alba, quien esperaba reunirse con su hijo después de la cirugía y que él la acompañe en este tiempo.
Considerando la situación, Mary reclama ante el juzgado esta injusta y sorpresiva nueva política del seguro. Su abogada entonces le informa que la respuesta al pedido recién se sabría como mínimo una semana después de iniciar el proceso, siempre y cuando el juzgado se expida pronto; de otra manera la respuesta podría llegar incluso con más días de demora.
Mary, con mucha fe en Dios, en ese momento se dirige a la secretaria del juzgado y declara: "Todo lo dejo en manos de Dios, el Señor lo hará".
Ese mismo día, cuando ella retorna a su casa, Alba le informa que el juzgado ya había aprobado la petición para que el seguro mantenga el beneficio del acompañante. Una respuesta en tiempo récord que solo Dios pudo acelerar!
Por otro lado, en las horas que duró esta situación Dios obró también otra bendición a favor de Alba y su hijo. La administración del hospedaje normalmente tiene reglas muy duras para pacientes con problemas de papeleo; ellos sin embargo, actuaron en este caso de forma muy diferente y humanitaria ya que le ofrecieron a Alba estadía para ella y su hijo mientras se resolvía la documentación.
Solo cuando se vive situaciones criticas de salud, uno entiende el valor del tiempo. En estos casos, Alba y Mary experimentaron el poder de Dios que es capaz de acelerar los tiempos.
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Ora por Otra Persona
Menciona su nombre en los espacios donde se indica
Ora por Otra Persona
Menciona su nombre en los espacios donde se indica
Dios, por favor envía tu ayuda a menciona su nombre.
Él/ella te necesito hoy más que nunca, y yo elevo mi voz a favor de su salud.
Por favor ven y rescata su vida y su cuerpo de en medio de este sufrimiento.
Ven y corta con esta enfermedad, destruye todo el mal, y dale tu sanidad.
Extiende tu mano sanadora, toca su cuerpo y restáurale por completo.
Limpia su sangre, sana sus órganos, dale vitalidad y energía.
Saca a menciona su nombre de la cama de reposo.
Dale fuerzas para vivir y triunfar sobre esta crisis.
Tú eres el Dios que sana y yo confío en ti.
Déjanos ver tus milagros y te exaltaremos!.
En el nombre de Jesús,
Amén.
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¡Qué bueno que has hecho esta oración: "¡Dios en ti confío, ayúdame!"
¡Qué bueno que has hecho esta oración: "¡Dios en ti confío, ayúdame!"
Dios tiene el poder de acelerar los tiempos a tu favor, pero hay un tiempo que cada día se va acortando, es el tiempo de la vida. Cuando este termine, ¿sabes qué pasará con tu alma? Si no estás segura/o, entonces te invitamos a hacer:
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Tu Comentario
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¿Necesitas que Dios obre un milagro en ti o en favor de alguien más?
Escribe abajo. Gracias.
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